Envigado FC., Atlético Huila, Deportivo Pereira y Deportes Quindío, fueron las instituciones que consagraron al ex delantero y ahora técnico de fútbol profesional.
En #FútbolenAscenso, único espacio radial de la Primera B en Colombia, dialogamos con “El Teacher” Berrío.
En 1991, año en el que se inauguró el Ascenso Colombiano, Luis Guillermo Berrío jugó para Dinastía de Riosucio el primer semestre. Luego, en la segunda parte de la temporada, se vistió de “naranja” y salió campeón con Envigado FC.
Para 1992, “El Teacher” viajó a Neiva y jugando para el Atlético Huila se consagró, no solo campeón, nuevamente, de la Primera B, sino que además fue el goleador del certamen con 18 tantos anotados.
Dato: el 19 de julio el Atlético Huila superó 10 goles por 0 a Dinastía de Riosucio, siendo la máxima goleada en la historia de la Primera B. En ese encuentro Luis Guillermo Berrío anotó tres tantos.
Luego de jugar en el Deportes Tolima, Deportivo Táchira (Venezuela), Unión Minas (Perú) y Juan Aurich (Perú), Berrío volvió a Colombia y a la Primera B. En esta oportunidad (2.000), él vistió la camiseta del Deportivo Pereira, institución que bajo el mando técnico de Walter Aristizábal, se alzó con el título.
Un año más tarde, el atacante nacido en Amagá, Antioquia, se puso la verde del Deportes Quindío y con la dirección técnica de Eduardo Lara, consiguió su cuarto campeonato en la Primera B de Colombia.
A la pregunta de quién y porqué el sobrenombre de “El Teacher”, Berrío contestó: “En la ciudad de Cali, en la cuadra del Doce de Octubre donde han salido jugadores como “El Palomo” (Usuriaga), el “Mánimal” Cortés y el “Niche” Guerrero, nosotros teníamos un compañero al cual le decíamos “el loco”, el cual sabía mucho de fútbol. Al frente teníamos una especia de “manga” (potrero) que lo adecuamos para jugar al fútbol con arcos de Guadua (Planta parecida al Bambú). Él se paraba allí, me miraba jugar y me decía, -este man es un maestro con ese balón, por eso te voy a poner “El Teacher-. Yo aún me hablo con él, quien labora como vigilante en un edificio en Cali”.
Juan Manuel Tello